El principio de certidumbre de Adam Smith

Este principio nos dice que el impuesto que cada individuo está obligado a pagar debe ser fijo y no arbitrario. La fecha del pago, la forma de realizarse, la cantidad a pagar deben ser claras y patentes para el contribuyente y para cualquier otra persona. Cuando esto no ocurre todos los que están sujetos al impuesto se encuentran más o menos a merced del recaudador, que puede recargar al contribuyente que a él le molesta o arrancarle por miedo a tal recargo algún regalo o propina. La inseguridad del impuesto estimula toda insolencia y favorece la corrupción de una categoría de personas que son por naturaleza impopulares, incluso cuando no son insolentes o corrompidos. La certeza de lo que cada individuo debe pagar en cuestión de impuestos es asunto de importancia tal que yo creo, y lo prueba la experiencia de todas las naciones, que la importancia de un notable grado de desigualdad no es un mal tan grande como la de un grado pequeñísimo de incertidumbre.

Lo que quiere decir el autor con este principio es que cualquier contribución existente debe ser establecida de forma fija en cuanto a sus elementos esenciales, esto con la intención de que no existan actos arbitrarios por parte de la autoridades fiscales.

Los elementos esenciales de los impuestos son:
  • Objeto.
  • Sujeto.
  • Exenciones
  • Tarifa.
  • Época de pago.
  • Infracciones.
  • Sanciones. 

La contribucion corresponiente a cada individuo debe ser expresado de forma clara en la ley, respetando el carácter fijo de cada uno de los elementos del tributo, por lo que no se decidirá de forma arbitraria la fecha de pago y la forma de realizarse la cantidad a pagar