Ad consequentiam

Argumento ad consequentiam también conocido como: apelación a las consecuencias de una creencia, argumento de las consecuencias, argumento de las ​​consecuencias.

Se presenta cuando se concluye que una idea o proposición es verdadera o falsa porque las consecuencias de que sea verdadera o falsa son deseables o indeseables. La falacia radica en el hecho de que la conveniencia no está relacionada con el valor de verdad de la idea o proposición. Esto viene en dos formas: lo positivo y lo negativo.

Implica responder a un argumento o a una afirmación haciendo referencia a las posibles consecuencias negativas o positivas que pueden surgir. Puede tener dos estructuras:
  1. A afirma B.
  2. B tiene como consecuencia C, que es algo negativo o indeseable.
  3. Por tanto, B es falso.
O bien, de forma opuesta:
  1. A afirma B.
  2. B tiene como consecuencia C, que es algo positivo o deseable.
  3. Por tanto, B es verdadero.
Se considera un argumento falaz, ya que basar una afirmación en las consecuencias no hace a la premisa más real o verdadera. Asimismo, categorizar las consecuencias como deseables o indeseables es intrínsecamente una acción subjetiva al punto de vista del observador y no a la verdad de los hechos.

Ejemplos:
  • El presidente tiene la razón, ya que si así no fuera asi, mucha gente perdería su trabajo y su modo de vida. El hecho de que la gente pudiera perder su empleo no aporta validez a este argumento.
  • ¿Que a juan le gusta fumar? No, eso no puede ser, su familia lo mataría. Que la familia de juan no apreuebe fumar no invalida en absoluto la afirmación de que juan fuma.
El autor señala las consecuencias desagradables de apoyar una posición particular con el fin de demostrar que la posición es falsa o verdadera. Para rebatirla es necesario identificar las consecuencias y sostener que el que queramos que algo sea cierto no hace que sea verdad.