Cogitationis poenam nemo patitur

Cogitationis poenam nemo patitur significa "nadie sufre castigo por mera intención". Nadie es castigado simplemente por pensar en un crimen. Sin embargo, si un crimen es seguido por algún acto, tanto la acción como la intención son punibles. Si el acto no ocurre y hay un simple intento, el intento de cometer el delito también es punible. La regla general es que, cuando un acto es criminal, la intención también es criminal. Sin embargo, la intención sola sin ninguna acción de acuerdo con la intención no es punible.

Esta expresión latina es utilizada en el ámbito del Derecho penal para expresar que únicamente una conducta tipificada, puede ser constitutiva de un delito y no un pensamiento que no se materializa.

Otra traducción puede ser "nadie puede ser penado por sus pensamientos". Según esto, pensar en lastimar a alguien no es castigable, mientras provocar lesiones sí lo es. Este principio del derecho romano nos dice que ningún pensamiento o deseo puede considerarse una conducta delictiva,solo hasta que esta manifestación de pensamiento o deseo se exterioriza provocando daño a un bien jurídico tutelado.