En el derecho civil mexicano, existen diferentes clases de parentesco que establecen vínculos familiares entre personas. Estas relaciones de parentesco se regulan principalmente en el Código Civil Federal de México y varían en cuanto a su naturaleza y efectos legales. A continuación, se mencionan las principales clases de parentesco reconocidas en el derecho civil mexicano:
Parentesco por consanguinidad: Este tipo de parentesco se basa en los lazos de sangre o descendencia. Se establece entre personas que descienden unas de otras, ya sea en línea directa (ascendentes o descendentes) o en línea colateral (hermanos, tíos, primos, etc.). En este tipo de parentesco se distingue entre grados de parentesco, que se refieren a la cercanía o lejanía de la relación. En la línea directa, se encuentran los grados de parentesco ascendentes
(como padres, abuelos, bisabuelos) y los grados de parentesco
descendentes (como hijos, nietos, bisnietos). En la línea colateral, se
establecen parentescos entre hermanos, tíos, primos, sobrinos, etc. La
cercanía o lejanía de la relación se mide a través de los grados de
parentesco. Por ejemplo, dos hermanos tienen un parentesco en segundo
grado, mientras que los primos hermanos tienen un parentesco en cuarto
grado.
Parentesco por afinidad: Se establece por el matrimonio o el concubinato. Es decir, se da entre una persona y los parientes consanguíneos de su cónyuge o concubino(a). Por ejemplo, el cónyuge tiene parentesco por afinidad con los padres, hermanos y demás familiares del otro cónyuge.
Parentesco civil: Este tipo de parentesco se crea mediante la adopción. Cuando una persona adopta a otra, se establece una relación de parentesco civil, en la que el adoptante adquiere los derechos y obligaciones propios de un padre o madre respecto al adoptado.
El parentesco tiene importancia en diversos aspectos legales, como la sucesión hereditaria, la nacionalidad, potestad, la obligación alimentaria, entre otros.